02 marzo 2009

"Besarás mil sapos"




Por Cofrade Hama K

“Besarás mil sapos y no encontrarás a tu príncipe”
(Pintada anónima sobre un contenedor en Gran de Gràcia, mayo 2008)


- ...que no, señorita, que no hay granjas de sapos, ni en esta ciudad ni en todo el país, a lo mejor en Oriente, en China o en Japón, o en Corea o en sitios asín, que comen cosas raras y no le hacen ascos a casi ná...

Inasequible al desaliento, Bellalinda proseguía su descabellado itinerario hacia el inaudito lejano, de charca en charca, de aguazal en aguazal, cazando sapos compulsivamente para besarlos con pasión y luego reventarlos histérica contra una piedra al ver que no sucedía nada.

- Yo sé que en algún lugar, en este mundo o en los inhóspitos confines del mundo Lpzfhgs, mi príncipe espera – le decía a un simpático aborigen que, extrañado, la inquiría sobre su desordenada conducta.

- Lo que yo sé, señorita, es que los sapos son sapos, las ranas ranas, y los príncipes pues eso, príncipes, como el príncipe Felipe, el Carlos de Inglaterra o el moñas ese de Mónaco, y cierto es que a veces andan un tanto colgaos, pero devenir sapo, o al revés, se me hace inverosímil, porque esto, señorita, sólo pasa en los cuentos, y ya debería saber usté a sus años que los cuentos no son verdá, y ya puede besar usté a mi asno, a mi perdiguero o incluso a mí si no hace usté ascos a ello, que no creo sea el caso después de besar a tanto batracio, que la acémila seguirá siendo una acémila, el perro un perro y yo continuaré siendo igual de bruto y pueblerino, quizás un poco más empinado, eso sí, pero básicamente el mismo ignorante que tiene usté delante. Si usté me permite, señorita, yo lo que yo creo es que se ha quedado usté como obsesioná con algún cuento que leería de pequeñita, eso más algunas malas experiencias en las lides amorosas, me refiero a desengaños, abandonos, repudios, violaciones, cosas asín, que cuando algo tiene que ir mal pues mal va, y asín estamos, como don Quijote pero persiguiendo sapos en lugar de gigantes. Si me permite usté un consejo, olvídese usté de los sapos y bese a las personas, que si ha de salirle algún príncipe entre los batracios no será.

En el centro de la pista, bajo la bola de espejos, se arremolinaba una muchedumbre alborotada.

- ¿Qué pasa? -inquirió un despistado al guardia de seguridad.

- Nada, otra vez la loca esa que busca al príncipe... Se lía a besuquearse con todos los tíos, a ver si alguno se convierte en sapo o yo qué sé, el caso es que dice que anda buscando a su príncipe, y que cuando le bese sabrá que es él.

- ¿Y traga la tipa esa?

- Que va, ni follar ni mamadas ni nada, sólo besos, como mucho con lengua si tiene dudas, pero ya ve usted las colas que se le montan, claro, con lo quemado que va el personal...

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